En esta visita al Estado de Zulia pudimos conocer las islas
de Toas y Zapara en el
Golfo de Venezuela que hoy en día pertenecen al Municipio Insular
Padilla. Padilla y la zona costera
de los Municipios de Mara y Maracaibo, el oeste del Golfo de Venezuela y el
Lago de Maracaibo, es parte del territorio ancestral del pueblo Añú, un pueblo
indígena con una gran historia de lucha y resistencia a la conquista española.
El Cacique
Nigale héroe del pueblo Añú en un momento fue capturado y duró mucho tiempo
como esclavo de los españoles en la Ciudad Rodrigo (actual Maracaibo), que al ser liberado en el año 1573 organiza
una resistencia y ataque constante a los españoles a punto de flotillas de
canoas disparando una lluvia de flechas encendidas. Esta resistencia duro hasta
su captura y consecuente tortura y asesinato ahorcado en el año 1607.
Hoy la amenaza a este territorio es otro, Puerto Bolívar o Puerto
América es un proyecto que conforma parte de la Iniciativa de Integración de
Infraestructura Regional de Sur América-IIRSA con el propósito de exportar carbón
minado de la Sierra de Perijá a mercados en Europa y Norteamérica. La
construcción de Puerto Bolívar implica rellenar playas en las islas San
Bernardo, San Carlos, Pájaro y Zapara para construir mar adentro: muelles
carboníferos y patios petroleros. También implica dragados para conformar
varios canales de navegación, movería enormes cantidades de sedimentos y
metales depositados en el fondo del Golfo, lo que originaría un impacto de
descomunales proporciones científicamente difícil de medir y prever.
Esto resulta en la ruina de casi 20 mil personas que viven
directa e indirectamente de la pesca artesanal, de las procesadores de
camarones y cangrejos en el Lago, al mismo tiempo se perderían casi 40
kilómetros de las mejores playas de los municipios Mara y Almirante Padilla, al
construirse desde las minas Norte y Cachirí una carretera hasta Puerto Bolívar.
Actualmente como pueblo, los Añú los cuales son un “pueblo de agua” mantienen su territorio,
sus manualidades, la pesca artesanal y sus hogares tradicionales, los
palafitos, pero la lengua Añú ya quedó en el desuso y aunque hay miles de
personas Añú, son pocas personas que todavía se identifican, que se asumen o
hasta que saben que son Añú, la mayoría de esas personas viviendo en el sector
de la Laguna de Sinamaica. Nigale comandaba orientando su estrategia encimado
de los cerros de la Isla de Toas, los mismos cerros que se están
desapareciendo. Se puede asegurar con certeza que el primer mineral explotado
en el estado Zulia, fue la piedra
caliza de los cerros de la Isla de Toas, por lo cual la Real Cédula del año
1591, le ordena a los alcaldes ordinarios Rodrigo de Argüelles y Gaspar de
Párraga.
Hoy lo que quedan de los cerros está excavados,
erosionándose y en algunas partes completamente desaparecidos. Estos
cerros, los más altos en la cuenca del lago se están excavando y explotando
una cantidad considerable de caliza, pero paradójicamente ni los trabajadores
ni personas de la comunidad se benefician por completo, dejando la gran mayoría
de los ingresos en manos de grandes empresarios y funcionarios públicos,
mientras que esto deja a su paso destrucción ambiental, la perdida de sitios sagrados
y la contaminación que se está generando en la isla y no un ingreso para los
habitantes de la isla.
Mientras que la realidad de las islas no es tan idílica, la
contaminación de residuos sólidos de plástico dominan el paisaje de las islas,
la mayoría de jóvenes debido a la falta de trabajo y el obscuro futuro que se
vislumbra después que se liquide totalmente la piedra caliza el cual es la
principal fuente de empleo, hayan abandonado y olvidado por completo sus raíces
Añu y migrado a las ciudades.
Las especies de
animales endémicos cada vez son más escasas y las comunidades no tienen acceso
de a un servicio de salud pleno, sobre todo en las horas nocturnas cuando no
hay transporte desde tierra firme y las islas.
No obstante no todo está perdido, ya que la flora y fauna propias del Municipio todavía se conservan existen bastantes mangles y de buen tamaño. Corocoros, patos pico cuchara rosados, y flamencos también se aprecian en el municipio En nuestro viaje conocimos a una delfín que anda muy inquieta por la situación de su territorio y gracias al esfuerzo y labor de esta delfín, se ha consolidado un proyecto de eco-ladrillos en el liceo de la isla, usando más de 3 mil envases plásticos de gaseosas se crearon tres bancos en forma de herradura con un doble propósito, utilizarlos como comedor y aula de clases alternativa. La idea fundamental es impulsar esta técnica de construcción usando residuos plásticos reciclados en todas las islas, sobre todo a las familias más humildes que viven en casas de tablas y láminas de zinc.
Como parte del proceso de concientización e información gracias a la directora del Liceo U.E.N “Isla de Toas” y la delfín, tuvimos la oportunidad de compartir y polinizar Mesoamérica Resiste con los estudiantes del liceo. Energéticos y animados por nuestra presencia, estuvieron muy atentos a toda la información que se relató por medio del telón ya que escenas como el crucero y el turismo, la carretera bloqueada por las auyamas, el desplazamiento en los mangles y la economía solidaria del panal fueron aterrizadas de las realidades que se viven allí. Todxs presentes les gustó tanto el trabajo que la delfín y la directora quedaron con afiches de Mesoamérica Resiste con los cuales siguen trabajando con lxs alumnos.
Esta experimentación de permacultura y bioconstrucción no es
la única en las islas, en Zapara se encuentra el hostal Latinoamérica que
también ha incorporado la agroecología y bioconstrucción en la propuesta
turística. Varios lugareños han mostrado su interés en la introducción del
Eco Turismo, un turismo que no afecte ni altere de ninguna forma el ambiente, que
ayude la comunidad y no la destruye, sin embargo la información es vital en este proceso. Si
el Puerto Bolívar, llegara a realizarse los mangles ancestrales y las playas
quedaran opacadas y viéndose seriamente afectadas y en peligro.
“Los isleños y las
isleñas” deben generar soluciones propias a los problemas relevantes de
manejo de desechos descontrolado además de declarar ciertos lugares como
intocables, como reservas naturales de la comunidad. El proyecto del puerto,
como la mina de cal no va ayudar a la comunidad isleña, podría generar empleos pero a largo plazo la
contaminación y destrucción de las aguas, los cerros, mangles y las playas que dan sustento y vida elimina la
posibilidad de tener un territorio sano y apto para vivir.
Aunque el contexto del Insular Padilla como todo Venezuela
está bastante desafiador, percibimos que si existen las personas con el
conocimiento y las ganas de poder mejorar la realidad cotidiana en estas
comunidades, lo único que falta es que los demás aprendan, eduquen y apoyen estas iniciativas que tienen claridad
de como traer beneficio a todxs.
Dibujo hecho por un estudiante luego de la charla Mesoamerica Resiste