viernes, mayo 31, 2013

La liberación de las tierras, echan raíces

Ya lleva más de un mes que integrantes de la Asociación de Afectados del Proyecto Hidroeléctrico el Quimbo- ASOQUIMBO, iniciaron procesos de liberación de tierras en las fincas sobre la vía La Jagua-Villa Fernanda. Este nuevo acto en defensa del territorio y por los derechos de los afectados ha recibido varios amparos policiales en contra de las personas en los predios liberados, infiltraciones por parte de la empresa responsable Emgesa-Endesa-Enel, sobrevuelos casi a diario de helicópteros y una militarización del territorio con presencia de anti-motines, ESMAD, con la intención de intimidar a las personas que apoyan este proceso. 

Sin embargo, persiste la idea que las comunidades necesitan es una Reserva Campesina Agro-Alimentaria y no más represas. Diariamente las personas se dedican a seguir arreglando las casas abandonadas, limpiando potreros con machete y guadaña, creando abonos y remedios caseros, sembrando los cultivos de pan-coger y para la venta.  Antes de cumplir el mes los cultivos de fríjol, yuca, maíz, ahuyama y cilantro ya estaban germinando.  “Queremos vivir de estas tierras como siempre hemos vivido, pero también queremos mejorar este territorio, que no boten basura y que los animales vuelvan como antes” expresaba el joven Duvan Muñoz.

El grupo de jóvenes de Jaguos por el Territorio, ha sido clave en este proceso y han liderado el empuje de usar técnicas agro-ecológicas en la producción de alimentos ya que a algunas personas mayores que han sido adoctrinados con los agro-tóxicos a lo largo de su vida les cuesta aprender a producir los mismo alimentos pero con otras técnicas.  Los jóvenes también han coordinado la Guardia que desde su inicio -el 14 de abril- ha estado activa en todas las fincas de la zona.

Durante este tiempo la liberación de tierras no ha sido lo único que ha pasado en el Huila relacionado con el Quimbo. El 25 de abril un amparo policial fue puesto sobre la totalidad del Embalse de Betania desplazando los pescadores de Campoalegre, Yaguará y El Hobo que han vivido de la pesca desde la creación de la Represa de Betania en 1987. Los pescadores buscan respuestas porque la empresa no pretende incluirlos como afectados. Ya por segunda vez personas de la vereda de Rioloro, municipio de Gigante, tomaron las oficinas de Emgesa en Gigante, encadenándose en la entrada para exigirle a la empresa que cumpla con los acuerdos establecidos con ellas. El 14 de mayo hubo otro desalojo violento de un campesino en el sector de La Honda, Gigante. Don Gustavo, conocido como el Guajiro, hacía resistencia pacífica cuando le arrojaron cinco bombas de gases lacrimógenos, después el ESMAD lo sacó de su hogar arrastrándolo humillantemente. Y luego, junto a la policía le destruyeron e incineraron su hogar. Don Gustavo no sabe la suerte de su ganado después de estos actos por parte del Estado.


El 27 de mayo el investigador y proponente de la creación de Reservas Campesinas, Darío Fajardo, visitó la finca La Guipa para conocer y hablar con las personas que están liberando tierras. Además de apostarle a la creación de las Reservas Campesinas como una herramienta fundamental para construir la paz en Colombia, resaltó la importancia del campo para las personas que han luchado con tanta vehemencia para defenderlo. Fajardo explicó: "Desde hace un tiempo nos hicieron creer que el campo ya no era importante, que eso de lo rural ya no tenía importancia. La tierra era menos importante porque nos hicieron creer que estábamos muy cerca al primer mundo. La universidad se dedicó a borrar lo agrario". Los hechos de las personas liberando estas tierras hacen evidente que por lo menos en la zona de El Quimbo, la importancia de lo rural nunca se borró.

En las vegas del río Magdalena se ve que los últimos propietarios dejaron las orillas del río desforestado provocando serios problemas de erosión que va deteriorando el suelo y destruyendo los pocos árboles que quedan cada vez que el río crece. Las personas que están participando en la liberación por medio de la agroecología realizan mingas de trabajo sembrando árboles nativos para la reforestación de estas tierras buscando un mejor equilibrio para los ecosistemas de los bosques riparios y el río. “Estamos haciendo una minga de trabajo, todos trabajando juntos, por igual, sembrando árboles en las vegas del río que ahora son unos peladeros y si se dejan así el río cuando crece se mete donde sea y lleva todo. Ya cuando la vega es suficientemente protegida con la arborización se busca integrarla con cultivos como limón, aguacate y cacao” explicó Sandra Alvarado, una campesina de la región.  Emgesa tenía estas tierras destinadas para la Corporación Autónoma del Alto Magdalena -CAM-, para ser reforestadas y encerradas para que las comunidades no tengan acceso a donde siempre han vivido y laborado. Los campesinos liberando estas tierras están demostrando cómo se puede desarrollar sosteniblemente su territorio según sus necesidades y sin destruirla.   

jueves, mayo 30, 2013

Polinizaciones en Piamonte (baja Bota Caucana)

Hace más de diez años que el Colectivo de Diseño La Colmena llegó al Putumayo por primera vez, realizando la investigación para crear la campaña gráfica sobre el Plan Colombia. Muchas cosas han cambiado desde entonces y desafortunadamente la presencia de fumigaciones aéreas sobre las comunidades indígenas de la Amazonia Colombiana y la explotación de petróleo en su territorio ha escalado desde el inicio de  esta obra.



Polinizaciones acompañó la Escuela de Comunicación Propia del Putumayo a la Baja Bota Caucana a documentar las problemáticas de la región, a continuación: Explotación de petróleo por parte de la multinacional canadiense Gran Tierra, centrando su inversión para exploración de pozos petroleros en los Bloques Costayaco, Guayuyaco y Moqueta con 163 millones de dólares y Pacific Rubiales en los bloques Teracay y Tacacho, afectando tenazmente las selvas del Caquetá, Bota Caucana y Putumayo, las fumigaciones aéreas como parte del Plan Colombia que buscan desplazar  y enfermar a la población, la construcción de la carretera marginal de la selva del IIRSA para facilitar la extracción de petróleo y la minería de oro.


El territorio, resguardado por la serranía de Los Churumbelos, nacedero de innumerables ríos Amazónicos como el Congor, El Tambor, El Fragua, El Fraguita entre otros; quiere ser privatizado para la constitución del Parque Natural Auca Wasi, bajo el pretexto de “desarrollo sostenible” buscando la venta de “ servicios ambientales” (venta de oxigeno y biopiratería) en concordancia con las políticas internacionales de conservación, creadas por monstruos multinacionales de dudosa reputación como WWF, la USAid y el BM; para así esconder la destrucción petrolera con inversiones en estos fondos por parte de dichas empresas contaminantes, en concordancia con la geopolítica de privatización de la Amazonia y la política de aseguramiento territorial que promueve el estado a través del ejército.

Este territorio está poblado por  indígenas Inga y más reciente Nasa y Awá, además de una población colona que aumenta,  igual que la tala de bosque para la minería y los monocultivos de arroz de (Arroz Roa), coca, y ganadería, estas comunidades corren gran riesgo de desplazamiento como lo mencionan varios pobladores, quienes plantean un futuro para las nuevas generaciones a partir de la organización de sus comunidades frente a los megaproyectos y parques nacionales. 

Ancestralmente este es el territorio del Pueblo Andakí del cual varias personas de la región tienen abuelos o familiares que fueron raptados de estas comunidades que no se ven desde hace más de 80 años. Estando en la zona, tuvimos el privilegio de ver petroglifos en las cabeceras del Río Congor muy parecidos a los que vimos en el territorio de La Jagua, Huila. La conexión siendo muy posible ya que el río Fragua de este territorio nace del mismo cerro que nace el río Suaza que desemboca en el río Magdalena en la zona de La Jagua.  

En el recorrido fuimos testigos de cómo las políticas de Estado de extracción y militarización van mano en mano con la destrucción del medio ambiente por la contaminación de estas industrias, la desintegración del tejido social de las comunidades que viven en una tierra contaminada y ya no pueden vivir como hacían antes, resultando en su empobrecimiento que con la violencia se vuelve el último empujón hacia la muerte o el desplazamiento forzado del territorio.


Fue justo este territorio que se aprovechó los espacios para dar unos talleres sobre el “Plan Colombia” y el “Verdadero Costo del Carbón” a las comunidades donde llegamos.  Retro-alimentar la historia del Plan Colombia y el extractivismo en las comunidades y territorio que vio nacer el grafico del Plan Colombia y que hace más de 10 años que se mostró y que dicha iniciativa, sigue siendo necesario y de gran valor. Como anécdota, cabe destacar lo surreal que fue presentar sobre el Plan Colombia a las personas, mientras los helicópteros Blackhawk del relato, sobre volaban sobre nosotros en ese preciso instante, como para decir “palabra cierta”.   

domingo, mayo 19, 2013

Aspersión sin Limites


 Daniel - tres años de edad.
Resguardo San Antonio de Fragua, baja Bota Caucana 

Original: Escuela de comunicación propia Putumayo

Desde hace quince años se viene sufriendo la problemática de la fumigación con el glifosfato creado por la empresa MONSANTO, esto ha generado problemas a la comunidad Putumayense, en esta ocasión nos centraremos  en el caso general.
El 10 de Octubre de 2006 en la vereda San  José Municipio de Puerto Caicedo, Putumayo se emite la orden de Fumigación a cultivos ilícitos afectando al medio ambiente en general.

El señor Daniel Lauro manifiesta que llegaron   los aviones a fumigar cultivos ilícitos afectando al medio ambiente y a gran parte de la población  indígena y campesina. Los hechos producidos por la aspersión afectaron la salud de la señora Elvira Latín debido al consumo de agua afectada por la fumigación del Glifosfato.

Estudios realizados en la Frontera con Ecuador sobre el rio San Miguel han arrojado resultados preocupantes, de 24 muestras de sangre a habitantes de la región ecuatoriana, se presentaron aberraciones de cromosomas en el ADN superiores al 600 – 800%  de las personas que habitan a 80 kilometros adentro de la frontera en el país vecino del Ecuador.

Las fumigaciones llegan a desarrollar el cáncer y anomalías en la gestación hasta producir abortos espontaneos.

Otros estudios hablan de cáncer de mama, pubertad precoz, bajo conteo de espermatozoides, cáncer testicular y malformaciones genitales en los bebés. Además descubrieron que los animales salvajes sufren las mismas deficiencias.

 Las comunidades de la inspección de Arizona han venido siendo afectadas por fumigaciones indiscriminadas, desde el inicio de los hechos han sufrido el flagelo de la escases de alimentos.

“No solo fumigaron los cultivos ilícitos, también arrasaron con los cultivos de pan coger, potreros, zonas de reserva y fuentes hídricas, incrementado el cambio climático de nuestro territorio… se seca todo el monte”, argumenta un comunero que nos encontramos en el camino.

Al igual en Febrero de este año, entre los días 4 y 5 se fumigaron todos los municipios del departamento, la gran afectación fue sobre áreas de cultivo, se inicio una investigación por parte de una comisión gubernamental en los municipios de Guzmán y Villa garzón, mas al parecer esta comisión no ha arrojado resultados reales.

Actualmente se sigue la fumigación, hace quince días fumigaron el sector de la Esmeralda y Playa Rica del municipio de Puerto Caicedo, en zonas donde no existen  cultivos ilícitos. Esta misma problemática se genera en  los corregimientos de Siberia y Churuyaco en el Municipio de Orito, en el Valle del Guamuez y San Miguel.

 Las fumigaciones se siguen suscitando, debido a la negación de las comunidades campesinas e indígenas frente a la erradicación manual, por los continuos problemas de desplazamiento y señalamientos frente a las comunidades por parte de los actores armados donde se hace dicha erradicación.

El Estado colombiano ha venido incumpliendo constantemente los pactos y mesas con las comunidades, desde los pactos de Orito, llevados a cabo en el año 1996,  producto de las “movilizaciones Cocaleras”, donde las comunidades acordaron con el  Gobierno un plan de desarrollo alternativo como estrategia para reemplazar los cultivos de uso ilícito, siendo la respuesta estatal  el Plan Colombia , las fumigaciones y la militarización total del territorio.

Con esto se abre el territorio de los pueblos a las transnacionales, para convertir al Putumayo en distrito minero, eliminándolo del contexto amazónico y convirtiéndolo en parte de la zona sur, proyectos presentes en el Plan Minero Departamental 2020 y el Plan Nacional de Desarrollo 2010 -2014.

Debido a esto las comunidades sienten una gran desolación, ya que no existen garantías de supervivencia,  la tierra no es apta para producir alimentos debido a las constantes fumigaciones con glifosfato. Después de quince años de fumigaciones  no existe ninguna garantía para la vida de las comunidades del Putumayo por parte del Estado, mas la transnacionales tienen la puertas abiertas.

Referencias:

http://4jinetes.blogspot.com/2011/05/documental-sobre-los-disruptores.html

http://www.derechoshumanosdelcampesinado.org/fr/soberaniaalimentaria/565-monsanto-roundup-glifosato.html

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=41203

http://notifronteras.com/ultimas-noticias/policia-antinarcoticos-en-el-banquillo-ante-denuncias-por-fumigacion-aerea-a-cultivos-agricolas-en-putumayo/

https://www.youtube.com/watch?v=vMoE-VvvgOQ&feature=player_embedded