jueves, junio 28, 2012

Recibimiento de los Jaguos al Festival del Sol



Bienvenidos a la Jagua!! Con brazos abiertos nos da mucho gusto recibir a nuestros hermanos y hermanas de los Pueblos Yanacona-Quechua, Nasa, Misak  y los otros Pueblos presentes. Aunque más conocido por casas coloniales y leyendas de brujas hechiceras y chismosas, la Jagua es mucho más. En la unión de nuestros dos ríos el Guacahayo/Huacayo  o Yuma (el Magdalena) y el Cuacua (el Suaza), tomamos un gran paso en la recuperación de nuestra identidad, cultura y territorio. 

Fundado como Nuestra Señora de la Limpia concepción de la Jagua por la diócesis de Popayán, este asentamiento indígena existía antes de su fundación de la Colonia Española en 1540 con el propósito de evangelizar. Este territorio entre los aguas de los dos ríos siempre ha sido un lugar sagrado, ceremonial y compartido entre varios pueblos. Como los ríos, se unían los territorios de las  grandes naciones de los Andakies, los Tama y los Yalcones, aunque los habitantes originarios de esta zona siempre se han conocido como los Jaguos. Por los aguas de los ríos se comunicaban con otros Pueblos como los Nasa y Pijao. 

Desde antes de la separación de Garzón de la Jagua en el año 1783, la Jagua ya era su propio municipio,  sobrevivió una inundación del río Suaza en el año 1827, la perdida de parte de su territorio para crear el Municipio de Altamira en 1853, hasta que finalmente fue suprimido como municipio y anexado al Municipio de Garzón en el año de 1937 de donde depende hasta el día de hoy. 

Hoy la Jagua ya no es un resguardo, ni municipio, pero igual a nuestros antepasados la Cacica Gaitana y Pigoanza, aun resistimos después de 472 años. Nuestras tejedoras de fique son las más respetadas por estas tierras, nuestros suelos se siguen cultivando y los ríos pescando, nuestros artesanos siguen  tallando piedra y madera y los jóvenes siguen creando arte y cultura.
Nuestra identidad, sentimiento de pertenencia y arraigo se ha perdido. Hoy luchamos por un territorio que antes de la multinacional Emgesa-Endesa-Enel en su gran mayoría fue controlado por terratenientes, y hoy tenemos el Proyecto Hidroeléctrico el Quimbo, la petrolera Emerald Energy en el Páramo de Miraflores y tenemos el Batallón Energético José María Tello encima del pueblo.  El progreso y seguridad vino para sacar a los Jagueños y las Jagueñas del territorio. 

Tenemos una herencia ancestral y cultural muy rica y viva pero a punto del olvido y abandono por la mayoría. Todavía tenemos la oportunidad de fortalecer y rescatar lo propio. Los habitantes originarios del “Entre Aguas” de los dos ríos y alrededores necesitamos esculcar nuestros raíces y reapropiarnos de nuestra lengua y espiritualidad originaria, cuidar y no explotar a la Madre Tierra, volver a mantener los sitios sagrados, proteger las guacas de nuestros ancestros y liberar el territorio para poder sanarla para la naturaleza y ecología se restablecen y poder brindarnos con alimentos, medicina y materiales. 

Este es un llamado a todo y toda Jaguo que se reconozca su descendencia y que se asume su arraigo a este territorio desde mucho antes de la llegada de Añasco. Los indígenas de la Jagua nunca se desaparecieron, nunca se fueron a otra parte, siempre han estado aquí, dormidos, unos mezclados, pero aquí están. Jagueña, Jagueño, mire en el espejo y mira en esos ojos y despiértate. No ignora de donde bienes. Seguimos adelante, en la defensa y la liberación de la Madre Tierra, recuperando nuestra memoria, territorio e identidad, paso tras paso. 

¡Jaguos de Asoquimbo por una Reserva Agro-Alimentaria!

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