Nos encontramos con los docentes
de la Institución Educativa de Quichaya, ellos queriendo saber sobre la
“realidad latinoamericana” actual, nosotros con ganas de escuchar nuevas
palabras y voces que nos inspiren para fortalecer procesos de transformación social.
Decidimos entonces invitar a los participantes a dividirnos en 5 grupos, dos
analizaron el telón de “Plan Mesoamérica” y los otros tres el telón de Mesoamérica Resiste. Algunos docentes mostraron su interés en analizar de cuáles son
los procesos de colonización que siguen sucediendo en su territorio como las
formas de hacer endeudar al campesinado en su tierra, como las políticas
económicas y ambientales del Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo y la Organización Mundial de Comercio que fueron mucho más fácil de
explicar y compartir entre todos y todas sin ningún manual pero sí con sentido
común observando bien la ilustración y comprendiendo como esas políticas nos
están afectando directamente.
También fue esclarecedor para
todos y todas que la cultura de consumo está tan inmersa en las comunidades que
no estamos viendo críticamente que alimentos estamos consumiendo y que cultura
estamos también consumiendo. Hablando de la importancia del mercado, como un
banco de semillas vivo, nos cuentan que el mercado de Silvia, conocido por su
diversidad y colorido cada vez se ha ido debilitando, se ve allí que cada vez
son menos los productos propios y más los productos externos y que esto es una
especie de “medidor” para saber que está sembrando la gente, que estamos
produciendo, sin embargo reconocimos que a diferencia de otros pueblos sigue
siendo un espacio de encuentro, de semillas, de alimentos propios, de
intercambio con otros productos de la parte baja.
En la escena del parto todos los
participantes hablaron de la importancia del parto natural y que esas eran
plantas medicinales, listo! Preguntamos a los hombres cuáles eran esas plantas,
algunos compañeros indígenas sabían otros no, pero definitivamente los docentes
hombres que no son de la comunidad no sabían, a pesar de que en el Silvia (su
caso urbano) las parteras y sus servicios son muy solicitados! Comenzaron
entonces a preguntarse entre ellos cuáles eran esas plantas, que es eso de
alimentos “fríos” y “calientes”.
Para todos fue bien importante
hablar de la asamblea, un espacio muy importante aun en algunas comunidades
pero que se ha venido debilitando, tal vez por abuso de algunos dirigentes, sin
embargo los compañeros y compañeras de la comunidad lo siguen defiendo como la
máxima autoridad, como el espacio primero para tomar decisiones.
Después de analizar, reír y
llorar “Mesoamérica resiste” vimos el documental “Minerita”, que cuenta la
historia de la minería en el cerro de Potosí a través de la historia de vida de
tres mujeres y como ellas tienen que sufrir mucho más que los hombres: conseguir
para subsistir y cuidarse de ser violentadas por los mineros en cualquier
momento. Las mujeres docentes estaban impactadas hablando de la “berraquera” de
esas mujeres, pero también se dijo de cómo esta situación pasa en la comunidad
de Quichaya, como esa violencia hacia la mujer sigue sucediendo muchas veces
como algo que es “normal” y que no se está discutiendo a profundidad.
Nuestra intención más que
“enseñar” era compartir y escuchar la palabra de la gente que día a día está
construyendo comunidad, bueno y no vamos
a decir mentiras, que no son “todos” los docentes los que están metidos en esto,
pero al menos dejar algo de picante en el corazón y el pensamiento de cada uno
y de cada una, algo de digna rabia.
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