Después de nuestro tiempo en Farallones, las abejitas arrancamos volando para iniciar una gira de talleres con la nueva campaña gráfica Mesoamérica Resiste en Medellín. Allí pudimos realizar una variedad de presentaciones de la campaña: una de manera espontánea en la Universidad Nacional, una presentación en la Plazoleta Barrientos en la Universidad de Antioquia organizada por el Centro Social y Cultural Libertario y una en el Museo de Antioquia como parte de Contraexpediciones. También como parte de Contraexpediciones pudimos exponer Mesoamérica Resiste y Plan Colombia en la actividad de Intermundos: Cartografías al acecho.
Por dos fines de semanas
consecutivos participamos en dos proyectos de murales con la Mesa Inter-barrial de Desconectadxs, con Ríos Vivos Antioquía y la Red de Acción Frente al Extractivismo. El primer fin de
semana realizamos un mural de manera colectiva, conmemorando a Ana Fabricia Córdoba en marco del Día contra la brutalidad policial en por el desmonte del ESMAD. El siguiente fin de semana
fueron dos días de pintar en la Cooperativa Antioqueño de Recolectores de
Subproductos en barrio de Puerto Nuevo en la comuna 4. La creación de este
mural fue el evento que dio inicio a un mes de actividades como parte de la IV Jornada Nacional en Defensa de los Territorios.
Realizando el segundo mural aprendimos
más sobre cómo el tema llamado gentrificación
o aburguesamiento está impactando distintas partes de Medellín y como el
llamado desarrollo y progreso arrasa con las comunidades marginadas en las
grandes ciudades igual que en el campo. La
Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) de Medellín está construyendo el Puente Madre Laura Montoya Upegui para conectar la comuna 4 con la comuna 5 sobre el
río Medellín. El proyecto ya está desplazando personas de los barrios de Puerto
Nuevo, La Herradura y Pasaje Villa y a la vez, muchas de las personas que
habitan el sector no se les está reconociendo su derecho a la vivienda y muchas
se están quedando sin compensación. Se
supone que tanto a la Cooperativa como a
otras personas y entidades que se encuentran en el sector, los van a reubicar,
pero hasta el momento no hay garantías de nada y lo que abunda en cambio, es la
incertidumbre y las casas abandonadas que ya están destruyendo en un barrio
donde todavía habitan familias.
Este tiempo con nuestras amigas
hormigas y abejas en Medellín fue corto pero esperamos más pronto que tarde
poder volver y seguir soñando, pintando y creando una resistencia colorida,
viva y animada en contra del mal llamado progreso que solo despoja y destruye
en busca de imponer paisajes fabricados por encima de las comunidades y sus
territorios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario