En estas visitas a la comunidad hicimos varios cuenta-cuentos con grupos de todo el resguardo, participamos en mingas sembrando maíz y quinua, recibimos medicinas y consejos de los mayores y pudimos purgar nuestras barriguitas después de viajar tanto. Lo más especial que nos ocurrió fue poder compartir con los jóvenes de la comunidad que tienen un grupo de música. Estos pequeños colibríes volaban para arriba y para abajo con sus sikus, kenas, guitarras, bombos y el charrango tocando música de Bolivia, Perú y también de su propio pueblo. Lo único que brillaba más que las plumas de los jóvenes colibríes fue su conciencia, humildad y amor por su territorio y comunidad. También los ayudamos cuidar las ovejas y les recordamos que el esfuerzo que ellos están haciendo al mantener sus costumbres, tradiciones y cultura es de gran valor e importancia para su comunidad, el continente y el mundo entero. Por ejemplo, un trabajo importante que hacen los jóvenes es la tala continua de pinos y eucaliptos, árboles exóticos a la región que secan y desgastan la tierra, para reforestar su territorio con las plantas nativas de la sabana.
A pesar de que ha sido muy bonito conocer a los colibríes y compartir en el territorio de la Sabana con su pueblo originario, los problemas que hemos visto afectan a todo tipo de comunidades en otras regiones visitadas también se presentan acá. Aunque el grupo de jóvenes colibríes es luminoso y los mayores que comparten con ellos también, muchos colibríes de la comunidad han perdido el interés en mantener sus costumbres. Son muchas las razones pero podemos decir que la primera fue la invasión de los españoles a la Sabana desde hace mucho tiempo, aunque más recientemente también están la cercanía a Bogotá y la influencia de su cultura consumista y materialista propia de las ciudades capitalistas como ella. También la invasión de ricos bogotanos que toman tierras agrícolas para crear urbanizaciones. Esto ha causado el choque de la comunidad rural con la elite urbana que trata de salir de la ciudad pero, simultáneamente, al hacerlo traen a la ciudad y sus problemas con ellos. Aunque hay muchos ejemplos en los que aún se mantienen prácticas de tejido, cerámica, música y agricultura tradicional, falta apoyar mucho más a los colibríes en su esfuerzo por mantenerlas.
Otro problema que se relaciona con la cercanía del resguardo con la ciudad, tiene que ver con la Avenida 80 que conecta Bogotá con Medellín. La ciudad ha ido creciendo a lo largo de esta vía consolidando la Zona Franca Industrial de la ciudad. Esto ha causado que las comunidades rurales al occidente de Bogotá, y en general de toda la Sabana, que vivían de la agricultura y la ganadería estén tratando de sobrevivir compitiendo por la tierra con las grandes fábricas de empresas como Colombina y el Parque AgroIndustrial del Occidente de la Sabana, entre muchos otros, que se están reubicando allí. Como nos dijo un mayor, están tomando unas de las tierras más fértiles del mundo, con hasta 3 metros de profundidad de materia orgánica y la están pavimentando o cubriendo con plástico. Pero, ¿para qué plástico? Para los invernaderos de floricultura que mandan toneladas de flores ornamentales todo los días a los países del norte mientras que acá destruyen la tierra por el calor no natural que se produce industrialmente, contaminan los ríos por los agroquímicos que se usan intensivamente y que se vierten sobre ellos, sin hablar de las condiciones de trabajo y violaciones laborales que hacen las empresas de flores a sus empleados. Aunque el escenario medioambiental es bastante grave, quieren tomar el rió Bogotá, que ya está excesivamente contaminado por distintas fabricas de empresas como embotelladoras de gaseosa y cerveza, con los pesticidas y otros desperdicios que usan en los campos alrededor, para canales acuáticos de transporte de mercancías en lugar de de hacer la restauración que el rió necesita.
Día tras día algunos habitantes de Bogotá y una buena parte de los de la Sabana, viven creyendo que hay que secar los humedales, talar los árboles y seguir pavimentando la fértil planicie. En medio de ese proceso expansivo de la ciudad que busca urbanizar sus alrededores, en el sur de Bogotá en Usme específicamente, otro asentamiento español de origen Muisca, se ha encontrado lo que parece ser el cementerio Muisca y pre Muisca mas grande que existe. Se cree que esta necrópolis podría tener alrededor de 1.500 tumbas siendo las más antiguas de aproximadamente el siglo I de nuestra era. Para los habitantes de Usme, que están a punto de ser consumidos por la expansión de Bogotá, ha sido una grata noticia ya que no querían que se urbanizara la zona y hasta ahora no se veía la posibilidad de poder frenar la construcción. Ahora, ellos junto con otros habitantes de la Sabana están exigiendo que la necrópolis sea reconocida como Patrimonio Arqueológico de la ciudad y la nación ya que se debe respetar que los ancestros de los habitantes el Altiplano Cundiboyacense está allí y necesitan seguir descansando como lo han venido haciendo durante los últimos 2.000 años. Mientras es importante proteger, reconocer y valorar el pasado, no estamos de acuerdo con la creencia común de que la cultura Muisca es una cultura muerta. Marginalizados por los actores invasores del Estado y empresas en la sabana, los Muiscas siguen presentes, resistiendo y sobreviviendo en su territorio ancestral. Aunque cambiando rápidamente, sigue siendo de ellos.
Damos gracias a la vida, a la madre naturaleza y a nuestra madre tierra (hicha quaia) por permitir encontrar en nuestro camino seres hermanos de otra colmena q’nos han hecho recordar con su experiencia, su nobleza y su gran preocupación por la manera q’ estamos yendo. Envenenando y contaminando de todas las formas de vida en el planeta, los cosmos y el universo.
Nos han hecho recordar la palabra de nuestros mayores y nos han hecho ver lo importante q’ es nuestra memoria y tradición cultural, nuestra madre tierra (hicha quaia) lo valeroso de nuestra medicina tradicional, las semillas y las artes, el oficio de la minga, del Amor por la Vida. Dentro del territorio y como una gran Colmena.
Conocer más del Pensamiento de Occidente para afianzar y fortalecer en los Saberes tradicionales como la principal herramienta para reconstruir el camino q’ elaboraron nuestros mayores – un camino q’ nos llevará de nuevo a nuestro propio origen. Nos llevará a encontrar la verdad en nuestro corazón abrigados por el espíritu sagrado tu (hicha quaia)
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Preparing for another long trip, we have returned from all corners of
On these visits to the community we did a couple of story telling for different groups on the resgurado, we participated in mingas planting corn and quinua, we received medicine and council from the elders, and we were able to purge out lil bellies after so much travel. One of the more special experiences was being able to share with the youth of the community of have a musical group. These lil hummingbirds flew up and down and all around with their sikus, kenas, guitars, bombos and the charrango playing music from Bolivia, Peru and from their own culture. The only thing that shined more then the feathers on the hummingbird youth was their consciousness, humility and love for their territory and community. We also helped them care for the sheep and reminded them that the efforts they are making to maintain their customs, traditions and culture is of great importance for their community, the continent and the world. For example, one important effort the youth have taken up is cutting down the forests of invasive pine and eucalyptus that dry and waste the nutrients of the earth and reforesting their territory with plants native to the savanna.
Even though it has been wonderful meeting the hummingbirds and sharing in the Savanna with its indigenous inhabitants, the problems we have seen affecting communities in other regions were also present here. While the hummingbird youth shine and their elders share with them, many of the hummingbirds in the community have lost their interest in maintaining their customs. This is because of many reasons but the first being the invasion of the spanish in the Savanna from early on, though more recently their is also the nearby Bogotá and the influence of its materialistic and consumer culture native to most big cities like it. Another problem is the invasion of the wealthy folks from Bogotá that are taking over agricultural lands to turn them into housing subdivisions. This has caused a shock for the rural communities having these elite urbanites who in trying to escape the city simultaneously bring the city and its problems with them. While there are many examples of those who maintain the practices of weaving, pottery, music and traditional agriculture, there is a lack of support for the hummingbirds that are active in the struggle of maintaining these practices.
Another problem related to the resguerdo’s proximity to the city has to do with the
Day after day most inhabitants of Bogotá and a large portion of the savanna, live believing that the wetlands must be drained, the forests cut down and the fertile earth paved over. In the midst of this city looking to expand is urbanization into surrounding areas, in the south of Bogotá, specifically in Usme, another Spanish settlement of Muisca origin; it appears that the largest Muisca and pre Muisca cemetery has been found. It is believed that this necropolis could have up to 1,500 tombs, the oldest ones being over 2,000 years old. For the inhabitants of Usme, about to be consumed by the expansion of Bogotá, this has been great news since they were not in favor of the housing development that was going to be built in the area and until now there seemed no possible way of halting the construction. Now they with other inhabitants of the Savanna are pressuring that the necropolis be recognized as Arqueological Patrimony of the city and the country and that the ancestors of the inhabitants of the Altiplano Cundiboyacense are there and need to continue resting as they have done for the last 2,000 years. While it is important to protect, recognize, and value the past, we are not in agreement with the local widespread belief that Muisca culture is a dead culture. Marginalized by invasive actors on the Savanna such as the State and private companies, the Muisca are still present, resisting and surviving in their ancestral territory. While rapidly changing, it is still theirs.
Once we finished this flight, of which many more to come, an elder wrote this about our visit…
We give thanks to life, mother nature and our mother earth (hicha quaia) for permitting us to find in our path brothers from another hive that have helped us remember with their experience, nobility and great preoccupation regarding the direction in which we are headed. Poisoning and contaminating all the forms of life in the planet, the cosmos and in the universe.
They have made us remember the word of our elders and have made us realize the importance of our memory and cultural traditions, our mother earth (hicha quaia) the valuable traditional medicine, seeds and arts, the labor of the minga, of Love of Life. Within our territory and within the great Hive.
Learn more of Western Thought to support and strengthen our traditional wisdom as the principal tool to rebuild the path constructed by our elders – a path that will once again take us to our own origin. It will take us to find the truth in our hearts, warmed by the sacred spirit (hicha quaia)
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