Desde entonces hemos tenido varios retornos a La Guajira acompañados de diferentes personas y grupos del pueblo Wayuu. Ha sido una diversidad de experiencias que nos ha enseñado mucho a lo largo de nuestro vuelo polinizador que con el tiempo nos han ayudado en mejorar nuestra labor de compartir, aprender, articular y fortalecer diversas experiencias de defensa territorial por medio del arte, cultura, comunicación y la lúdica.
En esta ocasión pudimos conocer un poco más del trabajo de la organización Yanama que tiene una trayectoria larga de estar desarrollando la educación bilingüe (castellano-wayunnaiki) e intercultural para la niñez y juventud Wayuu en todo el departamento de La Guajira. La Organización Indígena de La Guajira Yanama, se fundó en el año de 1.975 con el propósito es construir un modelo político, social, educativo y cultural que despierte e impulse de forma colectiva, el desarrollo de las comunidades indígenas del Departamento de La Guajira.
Yanama también tiene un campo de trabajo en la Comunicación propia e intercultural y como integrante de la Red de Comunicación del Pueblo Wayuu Pütchimaajana acompañó la primera experiencia de la Escuela de Comunicaciones del Pueblo Wayuu junto a Fuerza de Mujeres Wayuu entre otras organizaciones que conforman la mencionada Red.
En esta ocasión pudimos visitar al Internado Indígena Akua´ipa en el Municipio de Albania administrado por Yanama. Este Internado fue construido por la mega-mina de carbón el Cerrejon y se supone que debería contar con ciertas infraestructuras como centro educativo, aunque los profesores y la administración del colegio adelantan el mejor trabajo que pueden, es una lucha constante para que la empresa ayude con cosas como el transporte, alimentación y actualmente el internado no tiene internet.
En una presentación que hicimos con los estudiantes de once grado se socializó Mesoamérica Resiste y brevemente el Verdadero Costo del Carbón. Como hay estudiantes Wayuu de toda La Guajira y el internado está cerca de la ferroviaria que saca el carbón, la gran mayoría conocían muy bien las problemáticas de la minería de carbón y también otros conceptos como la escena de turismo.
Aunque todxs detalladamente escuchaba las explicación fueron uno que otra persona que se animaba a tomar la palabra y relatar con excelencia de cómo estaban viviendo esas realidades en su territorio. Durante el taller varios estudiantes nos ayudaban aprender los nombres de ciertos animales en wayuunaiki por ejemplo; erü es perro, musa es gato, puulikü es burro, uyaala es venado y ya sabíamos que jeyuu es hormiga y wunuu’ain es abeja.
Unas cosas suceden cuando tienen que suceder. Llevamos años polinizando y conociendo La Guajira, y aunque hay personas de todo el mundo que vienen a este territorio con el propósito explícito de ir a lugares como el Cabo de la Vela, las salinas de Manaure, el Santuario de Flamencos y la Serranía de Macuira nosotras realmente nunca hemos tenido el momento de ir a conocer estos lugares que son sitios sagrados no son simples destinos turísticos.
Más bien conocido como Jepira, el Cabo de la Vela según la cosmovisión Wayuu es donde todos los espíritus de lxs muertos viajan para ir a lo que espera los humanos después de la muerte. Jepira es la “casa de los Wayuu muertos”. Hace unos 25-30 años Jepira no era una atracción turística, no llegaba nadie de afuera, vivían pocas familias Wayuu, no había agua dulce y las pocas personas vivían de sus chivos y la pesca. Hasta las personas de los clanes a quienes les pertenece este territorio, la mayoría andaban en Bahía Portete ya que allí había trabajo cargando y desencargando los buques que traían y llevaban mercancía sobre todo en la apertura económica de los años 90.
Como Jepira es parte del territorio Wayuu es un territorio que pertenece a ciertos clanes y familias, estos derechos territoriales no solamente son pisoteados por otras personas que llegan queriendo generar su propio ingreso pero son completamente desconocidos por empresas hoteleras y los funcionarios públicos que promueven el gran desarrollo turístico en estas zonas que llevan a cabo el desplazamiento forzoso de las comunidades originarias.
No falta que una gran cantidad de personas en estas zonas vulnerables traen mucha basura, generan mucho ruido, se tiene que traer toda el agua que consumen y su presencia elevada perjudica a los hábitos de los animales, las plantas e incrementa la erosión de los suelos.
Mientras nuestra estadía en Jepira tuvimos el privilegio de quedarnos en la Rancheria Utta, un hotel administrado por una familia de uno de los Clanes originarios de Jepira. Rancheria Utta es el resultado de años de trabajo y esfuerzo para crear una alternativa de etno.turismo guiados por la voz de los mayores que marcan el camino. Utta es un proyecto completamente indígena y todas las personas quienes laboran allí son nativos que conservan su lengua, cultura y costumbres.
Uno no esperaría que mostrar el telón de Mesoamérica Resiste con sus críticas muy fuertes al tema del turismo en un espacio lleno de turistas sería lo más apropiado, sino con permiso de nuestrxs amigxs de Utta, lo arriesgamos.
La Guajira, es un territorio grande y amplio de un pueblo, de una nación, Wayuu, sin embargo la diversidad de personas, experiencias, ecosistemas y paisajes lleva que cada vez que estas wunuu’ain (abeja) viene por estos lados, nos vamos con nuevas experiencias y conocimientos, reflexiones y transformaciones. Como siempre, el tiempo es muy corto y quedamos con el compromiso de volver a compartir con todxs los amigxs que hemos regado por este territorio de esta y otras visitas.
PD—Le queremos recordar a los estudiantes del grado 11 del Internado Indígena Akua´ipa, que quedamos pendientes en volver a compartir y trabajar más con ustedes si logran la traducción de la cartilla narrativa de “Mesoamérica Resiste” del castellano al wayuunaiki. Si nos tienen preguntas nos pueden contactar por medio de polinizaciones@gmail.com.
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