Como resultado del encuentro de prácticas anarquistas,
evento que ocurrió en Neiva en marzo de este año, pudimos conocer la
experiencia de Utopía, la Unidiversidad Agroecológica de la Tierra, localizado
en las laderas occidentales de la cordillera central de los Andes, el
territorio ancestral de los Putimaes, hoy en día vereda la Quisquina, Municipio
de Palmira del departamento del Valle del Cauca. Unos meses después cuando visitamos el Valle
del Cauca y Tolima, conocimos este territorio.
Saliendo de Palmira en bus, subimos la cordillera como por
una hora y pico, y de allí, con los telones de la Colmena y los afiches,
subimos como hormiguitas hasta llegar a la Utopía. Desde el año 1994 cuando se
inició la protección y no tala a los árboles en ciertos sectores de la vereda
la Quisquina . se creó una reserva ecológica manejado por la comunidad de
aproximadamente 90 Ha. La Unidiversidad AgroEcologica Utopía nace influenciada
de los procesos de huertas en casa, las
huertas urbanas en Cali en el Parque del Estudiante Revolucionario y de las
enseñanzas de Manuel Quintín Lame.
Por otro lado la continua persecución de las huertas urbanas,
dejó cultivos destruidos, y desde ese hecho es que se inicia un proceso de
cultivo en lo rural. En principio la idea era crear un eco aldea sino lo que
terminó siendo fue una escuela. Al comienzo, diferentes personas venían de Cali
a la Quisquina cada 8 días. Ya después del Paro Agrario del 2013 empezaron a
quedarse por periodos de quince días en carpa. Con el tiempo a través de mingas
de trabajos entre amistades y familiares se construyó la casa.
El primer objetivo es aprender agricultura, guardar la
semilla en lo rural, lejos de todos los problemas de la ciudad donde eliminaban
las huertas. Esto no fue tan fácil, ya que lo que habían aprendido en la
agricultura urbana sirvió en algo, pero se quedaban cortos en el contexto
rural, sobre todo que en esos primeros días, así nos contaron, “cada día era un
momento de aprendizaje”.
La Utopía usa la Chakana, símbolo ancestral también conocido
como la cruz Andina, en su imagen principal, rodeada por 4
principios que son: complementariedad, reciprocidad, equilibrio y armonía.
Caminando por las huertas llenas de siembra de chía, amaranto, quínoa, uchuva,
lulo, yuca, maíz, plátano, gandul, y arracacha, la armonía y equilibrio
producto de la diversidad fue evidente.
Un compañero de la Utopía, nos explicaba la
complementariedad entre las plantas, los animales, y la gente. Nos mostró como el árbol de yarumo crece alto
tomando el sol y abajo una planta de boro que necesita más de la sombra. En la
huerta mostraron como el romero y orégano ayudan al maíz, y como las plantas
ornamentales llaman ciertos insectos polinizadores.
Con la reciprocidad mostraron en como a veces cortan plantas
si no dejan la vegetación en el mismo lugar como abono para los cultivos y así
también los otros principios. Estos principios son acompañados por 4 espirales
pedagógicas que son: lo profundo, lo
integral, lo social y lo ambiental.
El espiral profundo es sobre lo espiritual y la relación
entre mente y cuerpo, relacionado con el espiral, lo integral abarca la memoria
ancestral y la cosmovisión acoge la diversidad.
El espiral social, es sobre la organización social descentralizada concebidas
como Juntas del Buen Vivir a diferencia de la Juntas de Acción Comunal que
impone el Estado. Las Juntas de Buen
Vivir buscan crear y el auto gobierno, desarrollar la economía solidaria y
tecnología amigable y forjar los habitantes en la defensa personal, comunitario
y territorial.
Finalmente el espiral ambiental plantea ante el POT, o Plan
de Ordenamiento Territorial que el Estado también impone para apropiar de los
bienes naturales de los territorios a servicio del capital el PCOT o Plan
Comunitario de Ordenamiento Territorial impulsa la protección del territorio,
los bosques, el agua, que trabaja en establecer un territorio agro ecológico,
libre de cultivos transgénicos y el uso de agro químicos al igual de ser libre
de minería, sea nacional o transnacional.
Esta propuesta que se plantea como Tierra Agroecològica, es la propuesta de territorios autónomos con unos principios desde
lo nativo y ancestral del territorio. Éstas indudablemente influenciadas por
las tendencias libertarias, algo parecido a las zonas de reserva campesina y
territorios agroalimentarios pero de corte anarquista.Los días que
estuvimos en la Utopía tuvimos el placer de compartir con las hormigas y abejas
de allá.
Todos los días, un coro de docenas de guacharacas, nos
llamaban a las labores del día a eso de las 6:00 de la mañana. Esos días
ayudamos a “volear” machete un rato para abrir un espacio para la construcción
de una nueva casa y limpiando el monte necesario de más huertas. Cosechamos y
procesamos chía que mezclamos con la harina de las arepas que comíamos, se
arregló la rampa de la pista de bicicletas BMX y también realizamos una
caminata cruzando la reserva y el alto de la montaña cruzando el siguiente río Chorros.
Tuvimos una mañana para compartir ¡Mesoamérica Resiste!, con
unos campesinos de la Quisquina, quienes traen un proceso de recuperación de
tierra de la Hacienda Dinamarca y llevan 15 años resistiendo a través de la
permanencia en el territorio, la agricultura, el cuidado de animales y el
procesamiento de productos naturales.
Conversando entre árboles frutales, se dio una breve
explicación de los dos telones, haciendo conexiones con el contexto colombiano
con el TLC y como las políticas del Estado colombiano llevan a la quiebra al
campesinado, obligándolos migrar a la ciudad, a otro país o quedándose en el
territorio para ser explotados como mano de obra barata para los monocultivos
de la agro industria, como lo que es la caña de azúcar en el Valle del Cauca.
La Utopía ya tiene mucha trayectoria, así como ellos mismos
dicen, “el camino es largo, ondulado y en este caso tiene mucho lodo”. Como
escuela, la Utopía busca tener intercambios de conocimiento con otras personas,
ayudar a construir proyectos y pensamientos desde la acción. La invitación está
abierta a personas motivadas, con iniciativas y ganas de “ensuciarse” las manos
para visitarlos, conocer y compartir en las varias labores de la tierra, que se
están construyendo en ese territorio con el bosque, la siembra y la gente.
Esperamos pronto visitar de nuevo los bosques, siembra,
guacharacas y otros amigxs de la Utopía.
Aquellas personas interesadas en visitar a la Utopía, pueden
comunicarse a través de estos números
telefónicos: 316 341 45 87, 318 239 51 69, 318 283 16 39, o el
Fijo: 4864740
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